En los felices años veinte eran dos los grupos de mujeres que se distinguían en estilo. Por un lado, se encontraban las Flapper, término británico que designó a esas mujeres que desafían los convencionalismos de la época e instauraban sus propias reglas de vestimenta desafiando todos los cánones. No llevaban corsé, apostaban por el corte de pelo bob, vestían traje, dejaban al descubierto sus rodillas, no escuchaban jazz y fumaban en exceso. Por otro lado, el otro grupo era todo lo contrario. Seguían los patrones sociales establecidos y regían su estilo a sus normas: aborrecían el maquillaje, los adornos y cualquier joya.
Si bien el estilo de los años veinte marcó un antes y un después en la historia de la moda, dejando a su rastro un magnífico legado de tendencias, es ahora, cien años después, cuando volvemos a recuperar las lecciones recogidas de aquella época. Puede que el hecho de cambiar de paradigma político y social tras sufrir una Primera Guerra Mundial pueda compararse con la incertidumbre que también está acechando a día de hoy nuestro contexto histórico. Sea o no esta la cuestión lo que tenemos claro es que la forma de pensar y de ver el mundo ha cambiado. Y, consecuentemente, nuestros gustos y deseos también.
Por eso ahora, que veníamos de una época en la que las décadas que se encuentran entre los 60 y comienzos de los dos mil, tuvieron de nuevo su auge en nuestra vestimenta, hayamos decidido romper con lo establecido y comenzar una nueva etapa estilística. Y como siempre: todo vuelve. Esta vez los años veinte pisan con fuerza y llenan nuestros armarios de lentejuelas, volantes, plumas… La mezcla de estilo entre las Flapper y el resto de mujeres está más presente que nunca. A continuación puedes ver qué pautas son las que esta primavera reinarán en sus outfits, sobre todo, en los más formales.